El jefe de la secretaría regional de la provincia de Nusa, anunció que querían cerrar la isla para conservarla. Su objetivo es volver a diseñar la isla de Komodo para que se convierta en una zona de conservación de categoría mundial.
La medida entrará en vigor el próximo mes de enero y durará un año aunque pueda que se extienda hasta dos años si es necesario. Sin embargo, los turistas podrán seguir observando los reptiles en las cercanas islas de Rinca y Padar, que también forman parte del parque nacional de Komodo.
Esta iniciativa busca recuperar las poblaciones de ciervos y búfalos, de los que se alimentan los dragones y que han disminuido a causa de la caza, así como prevenir el turismo masivo que ensucia la isla y afecta a los lagartos. Los turistas provocan la agresividad de los dragones de Komodo y ha habido muchos casos en los que fueron mordidos por dragones.
El Gobierno provincial destinará 100.000 millones de rupias (7,2 millones de dólares o 6,4 millones de euros) a restaurar la flora y la fauna autóctona de la isla y a construir infraestructuras que ayuden a proteger su ecosistema terrestre y marino.
Algunos de los residentes de la isla se oponen a la decisión de Gobierno provincial, que prevé realojar fuera de la isla a parte de su población, ya que consideran que les privará de su sustento.
El parque nacional de Komodo es una zona declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco donde habitan más de 5.000 de estos lagartos, los más grandes del mundo con hasta tres metros de longitud y clasificados como vulnerables por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
Fuente: La Vanguardia