Viajar de manera responsable para que el mundo sea un lugar mejor

Viajar es uno de los placeres más gratificantes para cualquier persona, es una necesidad. Conocer mundo, descubrir culturas nuevas, observar magníficos paisajes… Pero una cosa muy importante y que a veces se nos olvida, es que hay que hacerlo con responsabilidad, porque si no en el futuro no podremos hacerlo de ninguna manera.

La finalidad principal de este artículo es describir unos hechos desastrosos, subrayar las causas de esos hechos y explicar cómo hacerlo para evitarlas y que no vuelvan a ocurrir.

En el último año 2017 , el turismo ha aumentado un 7%. Somos aproximadamente 1.300 millones de viajeros moviéndonos por el planeta y parece que no va a parar en los próximos años. Hoy en día también hay que saber que menos del 10% de la población mundial viaja , eso significa que el 90% restante no viaja y que son potenciales viajeros.

En principio, este hecho, podría ser una excelente noticia, ya que viajar es muy bueno para la salud mental de las personas , para las economías de los países ,para el intercambio entre culturas y también para conocer las culturas diferentes en el resto del mundo. Por eso pensamos que cuantos más personas viajemos, mejor… pero no, eso no es así. Salvo que se viaje de una manera responsable y consciente del medioambiente. Si viajar no es de esta manera, la noticia se transforma en algo muy malo. Es la otra cara de la noticia.

 

 

 

La masificación y sus efectos.

Está muy claro que la gente se mueve mucho y que en un futuro aún más. La cuestión es esa, el inconveniente es hacia dónde nos movemos. Nos estamos concentrado todos en algunos lugares, en fechas concretas y en momentos puntuales y por eso se produce un colapso total.

Algunos de los ejemplos de la masificación , son en las playas de la costa del Mediterráneo en agosto, en Venecia también tendrán que poner semáforos para que los turistas no choquen unos contra otros, o también el vertedero, 25 toneladas de basura y 15toneladas de desechos humanos. Esto solo son algunos de los casos y cada vez van sumando, tanto es así que algunos países estan poniendo muestras de odio al turista. Pero el plan no es este, viajar es aprender, disfrutar, descubrir y por supuesto , compartir.

 

La solución: Comprometerse. 

Efectivamente, la solución sería que todos ayudásemos y nos comprometiéramos. Comprometerse a cuidar nuestro entorno y también los lugares al que viajamos. Ser responsables y ocuparse del mundo, ya que la solución es dejarlo mejor de lo que lo hemos encontrado.

El turismo es una entrada de dinero muy importante para muchos países, pero muchas veces no sólo se trata de riqueza. Como hemos comentado anteriormente, si el turismo va creciendo puede ser perjudicial, por lo que es necesario parar y estudiar cómo es posible continuar creciendo pero sin destruir la esencia de cada lugar que viajamos. Lo más importante es viajar con el menor impacto posible y  con responsabilidad, esa es la solución.

 

Respetar el destino.

Viajar con responsabilidad empieza con la preparación del mismo. Hay que ser respetuosos siempre sea cual sea el destino al que viajemos. Eso significa que hay que conocerlo , documentarse con antelación  antes de viajar. Buscar información sobre el lugar que visitarás. Si lo haces seguro que vas a disfrutarlo mucho más y te vas a sentir mucho más cómodo. Intentar también que vuestra maleta de viaje sea lo más ligera posible y que el contenido no genere residuos.

Consumo sostenible.

Es fundamental que apoyes a las agencias de viajes, a las aerolíneas, a los hoteles y a los proveedores de actividades y excursiones que respetan a sus trabajadores, hagan un uso de eficiente de sus recursos.

En cuanto a ti, también es importante tener un comportamiento ecológico cuando hagas uso de los servicios de las empresas. Haz lo que harías en tu casa, no abuséis de los servicios y siempre vigilad y reciclad si es posible.

 

Caminar todo lo que se pueda.

Lo ideal sería que cuando se viaje caminar todo lo que se pueda. Es muy bueno para la salud y el alma y no contamina nada. Andar es el objetivo.  La sugerencia sería que hay que procurar moverse con transporte público o alquilar una bici.

 

 

Adaptarse a las costumbres.

Cada país es un mundo. Lo que en un lugar significa una cosa en otra punta del planeta puede significar lo contrario. Hay que saber integrarse bien , por ejemplo hay lugares donde no está permitido entrar a los templos sin cubrirte la cabeza. Las culturas son muy diferentes y hay que respetarlas. Respetar también a la gente local, así como costumbres, hábitos. No tener prejuicios es muy importante. Conocer y aprender de su estilo de vida nos hará personas más tolerantes.

 

Cuida el medioambiente. 

Aunque sea el último, es probablemente el más prioritario. Hay que cuidar el mundo, si no desapareceremos tarde o temprano. Según la OMT la industria de los viajes es la responsables del 5% de las emisiones de C02 a la atmósfera. Hay que reducirlo, y para ello, como viajeros hay que poner nuestro granito de arena. Entre todos debemos minimizar el impacto sobre la naturaleza.

 

 

Finalmente, después de cada viaje lo importante es compartir las experiencias y hacerlo de manera responsable, difundir el mensaje, aportar consejos… Mostrar en cada momento las consecuencias positivas que tiene el compromiso de un viajero que se preocupa por el mundo.

 

 

Fuente: La vanguardia

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