Existen pocas visiones tan impactantes como la de un tigre Bengala en libertad. Incluso pone la piel de gallina pensarlo. El recuerdo se te queda para siempre grabado en la memoria. Es una fiera majestuosa, de tres metros de largo, la cola ya mide un metro y hasta 250 kilos de peso. El color de su pelo, la velocidad de sus movimientos, la mirada fulminante… Es la naturaleza poderosa, violenta y bestial en estado puro.
A continuación, os dejamos unos consejos de cual es la mejor manera de organizar un safari para verlos en estado salvaje.
Por qué Safari en India
Hoy en día hay aproximadamente 3.000 tigres en la India, una tercera parte más de los que constaban censados hace cuatro años. Para ser exactos, el primer ministro, confirma que hay un aumento de los 2.226 en 2014 a a los 2.967 del 2018. Es cierto que siguen siendo muy pocos, pero al menos demuestra que se están tomando medidas eficaces para proteger a este animal. Hay que pensar que entre 1875 y 1925 se mataron más de 80.000 tigres en este país asiático. Tanto es así, que esta especie estuvo a punto de extinguirse por completo de la faz de la tierra.
Hay que tener en cuenta, que no existe ninguna garantía de ver un tigre, aunque viajes a la India para hacer un safari. Pero si se decide emprender esta aventura, se tendrá mucha más posibilidades de verlo en este país.
Otros destinos de Asia donde también habita el tigre son: Bangladesh, China, Indonesia, Nepal y la parte de Siberia en Rusia.
Dónde ver los tigres
India es perfecto si el objetivo es ver tigres en libertad. Allí cuentan con varias reservas dedicadas a la protección. Hay 50 parques naturales que están considerados como reservas de tigres. Una de las más conocidas es el parque nacional Jim Corbett, que está a los pies del Himalaya. La verdad es que no es fácil ver alguno de los 200 tigres en sus 1.318 kilómetros cuadrados, pero el lugar es una maravilla y no decepciona en absoluto.
Su paisaje mezcla las praderas, los bosques y el espectacular emplazamiento del río Ramganga. Sin no hay suerte con los tigres, hay una fauna de lo más espectacular: perezosos, macacos, ciervos, cocodrilos, leopardos, chacales…
Otro de los parques más recomendables es el Bandhavgarh (en Madhya Pradesh, parte central de India, a 180 kms de Jabalpur). Fue declarado parque nacional en 1968 y comenzó siendo coto de caza de la realeza. Los expertos dicen que si existe un lugar donde “casi” es seguro poder ver un tigre es en este lugar, ya que pese a su reducido tamaño (105 kilómetros cuadrados), cuenta con la mayor densidad de ejemplares del país.
Cuándo viajar
India es un país muy grande, de hecho, es el octavo más grande del mundo. Hay más de 3.000 kilómetros de norte a sur, lo que significa que las diferencias climáticas entre sus regiones pueden llegar a ser radicales. En términos generales, lo preferible es viajar en invierno, de noviembre a marzo, cuando las temperaturas son agradables, no hace un calor asfixiante (puede alcanzar los 45º) y no llueve tanto, y, si es posible, es recomendable evitar la temporada de monzones, que va de finales de mayo hasta octubre.
Los tigres son animales huidizos y, si a eso le añadimos, que hay pocos, verlos es cuestión de suerte. Hay que asumir ese hecho antes de iniciar el viaje. Pero eso sí, hay que planificarlo lo mejor posible para que aumenten las probabilidades. Por ejemplo: hay varios parques que cierran sus puertas entre julio y octubre ya que debido a las lluvias torrenciales los terrenos se vuelven escasamente accesibles para los vehículos del safari.
Para ver al tigre, lo más aconsejable es viajar entre marzo y junio, en medio de las temporada seca y la de monzones, aunque hace calor, es cuando el bosque reduce su espesor y ese mismo calor hace que el agua en los abrevaderos, ríos y lagunas disminuya y los animales se han de exponer acercándose a los grandes lagos.
Los horarios suelen ser de mañana (de 6 de la mañana a 11) o de tarde (entre las 15h y las 18h). Eso es así porque, por norma general, estos depredadores tienen hábitos nocturnos, dado que duermen a lo largo del día y salen a cazar cuando el calor se atenúa y pueden optimizar su energía.
Volar a India
Si nos decidimos por el Bandhavgarh (o el Kanha), que están situados en la parte central del país, el aeropuerto más cercano es el de Jabalpur, hasta donde se puede llegar en una hora y media con uno de los dos vuelos diarios que hay desde Nueva Delhi. Otra posibilidad, aunque poco recomendable, es coger un tren desde Delhi con una duración aproximada de 15 horas y luego un taxi hasta el parque nacional. En definitiva, una odisea.
Si planeamos viajar entre marzo y junio y lo hacemos con un antelación de 4 a 6 meses, los billetes de avión estarán a precios asequibles. No solo hay que mirar el avión con tiempo, en general en este viaje es fundamental hacer reservas anticipadamente, ya que todo se ocupa con cierta facilidad y, si esperamos al último momento, nos encontraremos con tarifas altas y poca disponibilidad, tanto en el alojamiento como en las entradas a los parques.
En qué consiste el Safari
India no es igual que África. La forma de ver a los animales no es la misma. Ver al tigre no es una misión sencilla, más bien al contrario. En India hay que ir a perseguir al tigre. Hay que rastrear su pista. Comparados con los de África, los de India son más al viejo estilo, algo parecido a como los hacían antiguamente los maharajás subidos en elefantes. Tienen un espíritu más de aventura que los africanos. Ahora bien, a diferencia de antaño, desde finales de 2013, ya no está permitido los safaris a lomos de elefantes. El safari se realiza en coches todoterreno.
El primer objetivo del guía es localizar las huellas frescas del animal. Luego rastrearlas, hasta que se pierden en roca o en medio de vegetación muy densa. Los guías se avisan unos a otros si hay alguna pista. A veces el sonido de los pájaros, los aullidos de los Langures aterrorizados u otros animales alertan de su presencia. Entonces solo cabe esperar que aparezca súbitamente.
Es muy posible que no veas un tigre en todo el viaje. Tanto es así que hay rótulos en los parques que rezan algo así: “puede que no veas un tigre, pero él sí te ha visto a ti”. El hombre es el responsable de que el tigre casi se haya extinguido y también es responsable de que eso no ocurra en el futuro. El turismo no es malo si se hace con sentido común y respeto. Hay que reconocer que el dinero de los visitantes al parque es básico para poder proteger a este felino y luchar contra la caza furtiva que lo amenaza. Nos adentramos en su medio ambiente, en el territorio del tigre, y en ese aspecto debemos respetar su vida en libertad si queremos disfrutar de su belleza. Lo importante no es ver al tigre, sino que sobreviva para poder verlo.
Coste del safari
De entrada hay que tener claro que un extranjero puede llegar a pagar el doble o más que un nativo por entrar a los parques de tigres. Luego todo depende de qué parque elijas y el tipo de safari por el que te decidas: está el corazón, en principio con más densidad de animales, y luego las zonas secundarias. Las primeras son bastante más caras, pero lógicamente hay más posibilidades de verlos. Lo ideal es combinar parques y sectores para tener más posibilidades.
Dependiendo de los sectores que visites y de los días que estés los precios oscilan mucho: para que te hagas una idea, la tarifa de un guía en Bandhavgarh es de 5€ (360 rupias) y el alquiler del 4×4 para seis personas es de 25€ (2.500 rupias) y dos noches con comidas, alojamiento y el jeep se puede ir hasta los 100€ a 150€ (10.000 rupias) por persona. A partir de ahí, y en función de las condiciones en las que viajes, el coste puede llegar a los 1.000€.
Fuente: La Vanguardia