Es el crucero de lujo The Strand Cruise y recorre las aguas del río Ayeyarwady, en Brimania. Avanza lentamente, y alrededor se puede contemplar estampas de tiempos inmemoriales: pescadores lanzando sus redes al atardecer, campesinos cultivando arrozales, columnas de humo que se desvanecen en el cielo y cientos de estupas de color dorado salpicando las colinas.
Recorre muy lentamente, sin prisas, para contemplar el paisaje. La experiencia que ofrece The Stand Cruise, que recorre los 180 km que separan las ciudades imperiales de Bagan y Mandalay es un placer tanto para el alma y el cuerpo.
Birmania, es uno de los países por no decir el más fascinante del Sudeste Asiático, principalmente porque todavía no ha llegado el turismo de masas en el país. Además, la dictadura militar que hubo en el país, tuvo cerradas sus fronteras hasta los años 90. Hoy en día, es un país abierto al turismo. Aunque sea un país que todavía tenga que cambiar tanto en infraestructuras y servicios, se puede visitar perfectamente en el crucero, además es una opción muy cómoda,tranquila y muy agradable.
Experiencia de lujo con el crucero The Strand Cruise
El crucero es una auténtica experiencia de lujo. Es un barco de 60 metros y tres plantas. Cuenta con gimnasio, piscina en la cubierta, restaurante, recepción, bares y unas magníficas terrazas para disfrutar de las vistas.
La capacidad máxima es para 50 pasajeros con 25 cabinas. El crucero, se construyó en 2015, con todas las comodidades posibles. La decoración es elegante y contemporánea, con toque al arte tradicional de Birmania. El crucero está gestionado con un solvente y atento equipo que se encarga principalmente de hacer disfrutar a los pasajeros.
El crucero inicia su recorrido en Bagan. La primera parada es un desayuno en los exóticos jardines de Bagan House y seguidamente comienza un recorrido por los principales templos, con un guía local y una furgoneta privada.
Birmania es un país con gran riqueza cultural
Es el país más grande del Sudeste de Ásia y es un complejo mosaico de etnias y culturas. En las calles de cualquier ciudad se encuentran hombres con una tela similar a una falda que lo combinan con camisas, mujeres que decoran sus rostros, y muchas motos. También hay vacas, perros y gallinas, templos que aparecen en cada esquina y artesanías ancestrales de los tiempos de Siam.
La religión que practica la gran mayoría de la población es el budismo. En Bagan se erigen en una extensa llanura de vegetación cientos de estupas ,construcciones budistas de forma cónica que albergan reliquias, y pagodas, templos de ladrillos y piedra caliza, construidas principalmente entre los siglos XI y XIII. En las paredes del interior de los templos, en sus mayoría tan solo conservados y no restaurados, recorremos los surcos del tiempo.
Es toda una experiencia gastronómica
Una de las experiencias que más destacan en el crucero, es sin duda alguna, la gastronomía. A lo largo de los 4 días se realizan aproximaciones a distintas cocina, la tailandesa, la birmana, la francesa e incluso puede haber una noche que ofrezcan tapas españolas, con croquetas, calamares.
El crucero también recorre el río hacia la ciudad de Mandalay. Y durante su recorrido la mayor parte se pasa en el crucero, ya que es un recorrido largo. Es un buen momento para disfrutar de las vistas que ofrece este recorrido , y alejarse el móvil.
Además, en el crucero se ofrecen varias actividades como cursos de gastronomía birmana, por las noches hay un show artístico. También ofrecen un concierto de música folklórica, con muchos artistas que bailan, los bailes típicos del país.
La última noche del crucero, el equipo prepara una noche muy especial. En medio del río, sobre un islote de arena, colocan antorchas y una mesa con comida, siempre es carne y marisco y también vino tinto.
No hay mejor manera de despedir Birmania con una velada tan única y especial.
Fuente: La Vanguardia